lunes, 27 de abril de 2009

Unidad 2: La Iglesia

Fundación y nacimiento de la Iglesia

La palabra Iglesia deriva de un término griego que significa 'convocatoria, asamblea, reunión'. En el Nuevo Testamento esta palabra se refiere a tres realidades distintas pero relacionadas:
- Después de la muerte y resurrección de Jesús, se llamó así a la asamblea de sus discípulos reunidos para escuchar la enseñanza de los apóstoles y celebrar la Eucaristía.
- Más tarde, designó al conjunto de los discípulos que viven en un mismo lugar y se reúnen para celebrar su fe en Jesús.
- Por último, pasó a designar al conjunto de todas las comunidades de seguidores de Jesús: la Iglesia universal.

Desde el principio, Jesús quiso formar una comunidad de hombres y mujeres dispuestos a ponerse al servicio de su misión. Para eso, él mismo eligió a sus discípulos y los invitó a que lo siguieran.

Los evangelios sólo nos narran algunos de estos llamados. Sin embargo, por otras referencias sabemos que sus discípulos fueron muy numerosos:
- Por ejemplo, el evangelio de Lucas habla de un grupo de 72 discípulos que Jesús envía para que le preparen el camino. (Lc 10,1)
- También habla de un grupo de mujeres que lo acompañan y lo sirven (Lc 8, 2-3)

Entre todos los discípulos, se destaca un grupo al que el evangelista Lucas llama los Doce y que reciben el título de apóstoles, es decir, enviados.
Jesús les encomendó la tarea de asegurar la continuidad de su misión cuando él faltara. Por eso, dedicó tiempo y esfuerzo a formarlos adecuadamente.
Sin embargo, esta comunidad no se afianzó hasta después de la muerte y resurrección de Jesús. A partir de este momento, los apóstoles, renovados por el Espíritu de Jesús, continuaron su misión.

Predicación, carismas y ministerios

El Espíritu Santo concedió a los apóstoles la fuerza y el valor necesarios para cumplir el mandato que Jesús les había dado.
Entonces, los apóstoles proclamaron con hechos y palabras íntimamente unidas la Buena Noticia de la muerte y resurrección de Jesús. Así, se formaron las primeras comunidades cristianas; primero, entre los judíos y después entre los paganos.

El contenido de la Buena Noticia que proclaman los apóstoles y otros discípulos se halla en el libro de los Hechos de los apóstoles. Lo podemos resumir así:

Jesús murió por nuestros pecados. Dios lo resucitó. Nosotros somos testigos. El que crea en él se salvará. Conviértanse, bautícense y recibirán el don del Espíritu Santo.

Por otro lado, el libro de los Hechos también nos describe cómo era la vida de la primera comunidad cristiana -la comunidad de Jerusalén- modelo para la vida comunitaria de todos los creyentes.

En la descripción de la vida de la primera comunidad cristiana podemos distinguir los siguientes elementos:
- La catequesis o enseñanza de los apóstoles.
- La comunidad de bienes o vida en común.
- La celebración de la Eucaristía (fracción del pan) y la oración comunitaria.
- el testimonio de la Buena Noticia con hechos y palabras íntimamente unidos, y la apertura a nuevos miembros en la comunidad.

En las primeras comunidades, todos los discípulos colaboraban para cumplir con la misión que Jesús les había encomendado.
Para lograrlo, contaban con la ayuda del Espíritu Santo, que suscitaba en ellos, en cada momento, las cualidades o capacidades necesarias.

Las cualidades o capacidades que concede el Espíritu Santo a los cristianos se llaman carismas. Los diferentes servicios o responsabilidades que los carismas permiten ejercer en la comunidad se llaman ministerios.
La palabra carisma deriva del griego y significa 'don gratuito'. Así se llama a los dones que el Espíritu Santo concede a los cristianos para el bien de la comunidad.
La palabra ministerio deriva del latín y significa 'servicio'. Así se llama a los servicios, cargos o funciones que los cristianos ejercen para el bien de la comunidad.
San Pablo menciona en sus cartas numerosos carismas (hablar con sabiduría, distinguir el bien del mal, tener mucha fe, etc.) y señala que el amor es el carisma más importante, el que está por encima de todos (1 Cor 12, 31; 13, 1-8).

Características de la Iglesia

En el Credo de Nicea se confiesa la fe en la Iglesia de Cristo y se afirma que es una, santa, católica y apostólica. Son las cuatro características de la Iglesia de Cristo. En este cuadro resumimos el significado de cada una de ellas tal como lo explica el Catecismo.

- Una
o Tiene un solo Señor; confiesa una sola fe, nace de un solo Bautismo, no forma más que un solo cuerpo, vivificado por un solo Espíritu, orientado a una única esperanza a cuyo término se superarán todas las divisiones. (Catecismo I.C. N° 866)
o Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos. (Ef 4,4-6)

- Santa
o Dios santísimo es su autor; Cristo se entregó por ella para santificarla; el Espíritu de santidad la vivifica. Ella es inmaculada aunque compuesta de pecadores. En los santos brilla su santidad; en María es ya enteramente santa. (Catecismo I.C., N? 867)
o Maridos, amen a su esposa como Cristo amó a la Iglesia y Se entregó por ella para santificarla. Ella purificó con el bautismo del agua y de la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. (Ef 5, 25-27)

- Católica
o Anuncia la totalidad de la fe; lleva en sí y administra la plenitud de los medios de salvación; es enviada a todos los pueblos; se dirige a todos los hombres; abarca todos los tiempos; es, por su misma naturaleza, misionera. (Catecismo I.C., N? 868)
o Los once discípulos fueron a Galilea, a la montaña donde Jesús los había citado. Al verlo, se postraron delante de él; sin embargo, algunos todavía dudaron. Acercándose, Jesús les dijo: "Yo he recibido todo poder en el cielo y en la tierra. Vayan, y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a cumplir todo lo que yo les he mandado. Y yo estaré siempre con .ustedes hasta el fin del mundo». (Mt 28 16-20)

- Apostólica
o Está edificada sobre los doce apóstoles; se mantiene infaliblemente en la verdad; Cristo la gobierna por medio de Pedro y los demás apóstoles, presentes en sus sucesores, el Papa y los obispos. (Catecismo I.C., N° 869)
o Ustedes están edificados sobre los apóstoles y los profetas, que son los cimientos, mientras que la piedra angular es el mismo Jesucristo. En él, todo el edificio, bien trabado, va creciendo para construir un templo santo en el Señor. En él, también ustedes son incorporados al edificio, para llegar a ser una morada de Dios en el Espíritu. (Ef 2,20-22)


Así lo expresa el Catecismo de la Iglesia Católica:
Estos cuatro atributos, inseparablemente unidos entre sí, indican rasgos esenciales de la Iglesia y de su misión. La Iglesia no los tiene por ella misma; es Cristo, quien, por el Espíritu Santo, da a la Iglesia el ser una, santa, católica y apostólica, y él es también quien llama a ejercitar cada una de estas cualidades. (Catecismo I.C., N? 811)


La misión de la Iglesia

La Iglesia en la actualidad, como hizo a lo largo de su historia, se esfuerza por cumplir el mandato de su fundador. Podemos apreciar cuatro ámbitos diferentes de actuación: la acción misionera, la educación de la fe, la celebración de la fe y la acción caritativa y social:

- La acción misionera: Misioneros y misioneras de las comunidades cristianas están presentes actualmente en países lejanos, para realizar la primera evangelización, para ayudar a consolidar sus jóvenes Iglesias, además de colaborar en su desarrollo humano y material. La acción misionera de la Iglesia también se dirige hacia los cristianos no practicantes y hacia los no cristianos dentro de la propia sociedad. A ellos se dedican especialmente los movimientos evangelizadores y algunas congregaciones religiosas.

- La educación de la fe: La Iglesia dispone de diversos medios para ayudar a los cristianos a profundizar en su fe y en la doctrina cristiana: los grupos de catequesis de las parroquias, los centros cristianos de tiempo libre, los grupos de estudio bíblico, los movimientos de espiritualidad, las escuelas católicas, los centros de estudio de teología, las publicaciones, las emisiones de radio y televisión...

- La celebración de la fe: La Eucaristía es el centro de la vida de la Comunidad Cristiana. Cada domingo, día de la Resurrección, los cristianos son convocados a participar de la Palabra de Dios y del Cuerpo de Cristo. También se reúnen para celebrar los sacramentos: el Bautismo, la Confirmación, las celebraciones comunitarias de la Penitencia, las ordenaciones y los matrimonios. Igualmente, lo hacen con motivo de la muerte de un ser querido, para encomendarlo a la misericordia de Dios en el funeral, o para compartir las celebraciones populares de la fe: peregrinaciones, procesiones ...

- La acción caritativa y social: La Iglesia, fiel al mandato de Jesucristo, actúa contra todo tipo de situaciones de pobreza y de injusticia. Es una acción que se dirige preferentemente a los sectores marginados de la sociedad. Incluye tres aspectos: paliar los efectos inmediatos de estas situaciones en las personas; promover la solución de estas situaciones a largo plazo; denunciar las causas que las provocan y luchar por una sociedad más justa y solidaria. Para cumplir esta misión, la Iglesia atiende o promueve hospitales, escuelas, residencias, hogares para menores en riesgo, organizaciones humanitarias, campañas reivindica ti vas y de denuncia...



El misterio de la Iglesia

La Iglesia no es una comunidad meramente humana, es también la obra de Dios. El Espíritu Santo, que Jesús prometió a los apóstoles, es quien le da la vida y la guía.
El Espíritu se recibe en el Bautismo y se manifiesta por los carismas que concede para el bien de la comunidad.
Por lo tanto; la Iglesia de Cristo se compone de dos elementos: el elemento visible, la 'comunidad humana y el elemento invisible, el Espíritu Santo, que la convoca y la envía a cumplir su misión en el mundo.

Así lo expresa el Concilio Vaticano II: “Cristo [...] instituyó y mantiene continuamente en la tierra a su Iglesia santa, comunidad de fe, esperanza y amor, como un todo visible, comunicando mediante ella la verdad y la gracia a todos. [...] La asamblea visible y la comunidad espiritual, la Iglesia de la tierra y la Iglesia enriquecida con los bienes del cielo no deben ser consideradas como cosas distintas, sino que más bien forman una realidad compleja que está integrada por un elemento humano y otro divino.” Lumen Gentium, N° 8

Por eso, decimos que: La Iglesia es una acción de Dios que reúne a las personas en comunidad y las envía a anunciar y establecer el Reino de Dios. Para indicar esta realidad se utiliza la expresión misterio de la Iglesia.

Imágenes de la Iglesia

Pueblo de Dios
Ustedes son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz: ustedes, que antes no eran un pueblo, ahora son el pueblo de Dios. (1 Ped 2,9-10)

Cuerpo de Cristo
Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda la creación [...] Él es también la cabeza del cuerpo, es decir, de la Iglesia. (Col 1 ,15.18)

Templo del espíritu santo
¿No saben que sus cuerpos son templo del Espíritu Santo, que habita en ustedes y que han recibido de Dios? Por lo tanto ustedes no se pertenecen, sino que han sido comprados, ¡y a qué precio! Glorifiquen entonces a Dios en sus cuerpos [...]. (1 Cor 6, 19-20)